El suelo esta lleno de secretos, como un gran edificio deshabitado.
Preguntaselo a cualquiera que nunca haya mirado a los ojos de la gente.
Los adoquines esconden laberintos de poder, rabia y fuerza.
Los silencios de centenares de voces recorren el lugar, buscando algo sin especificar.
Todo hombre avanza por esos pasillos, sintiendo la nostalgia de décadas abandonadas tiempo hace.
Sombras imprecisas, y ruidos distantes crean un mundo ajeno, un mundo con poder, donde las emociones resucitan, y andan y actúan, y el dolor es por fin exorcizado.
No hay caretas en aquel lugar. Todas las mascaras caen al suelo cuando las paredes susurran verdades que ni los años permitieron digerir.
Esa energía puede quemar a cualquiera, si quieres apuntarla al pecho, y romper esos muros que se crearon antes de que naciera ninguno de nosotros.
Hace 15 años