En la calle todo sigue igual. El mundo extraño sigue su camino.
El pobre intenta disimular, fingir ser quien no es.
Todos ven tus fallos, todos ven tus errores.
El equilibrio viene y va, como una cadencia serpenteante que no siempre puedes encontrar con la mirada.
El castigo ya esta aquí. Acéptalo y sobrevive.
No cambies, muere y vive.
Una y otra vez, la maza se alzará. ¿Quieres seguir siendo el frágil muro a derribar?
El príncipe de metal actúa y conquista, señor de la dualidad y del carro rojo que todo lo desborda.
Un cigarro antes del Apocalipsis y el cambio de conciencia.
El humo es fuego, el fuego es espíritu.
El trabajo se termina, y los ojos se amoldan a un extraño panorama.
No te lamentes por lo que ha sucedido,
y concentra tus energías en el momento presente.
Hace 16 años