domingo, 21 de febrero de 2010

Dead Wood II

El bendito oro del río.
Ese brillo se llevo nuestra juventud.
Ese brillo se llevo la razón.

La fuerza se carga, la energía valora si merece la pena golpear el mundo, y crear un nuevo paradigma.

El sonido termina, la melodía acaba.
Todas las bestias tienen su inicio y su final.
Y con los labios resecos, y el cuerpo hecho una ruina,
aún suspiras por una jarra de Whisky.

El padre de todo observa el mundo.Sostiene la maza y se acomoda en su trono.
Esa dulce condescendencia cargada de oro y confianza.

Obsesivo ir y venir.
Una condena para el alma, ventura que encadena.
He visto reír por ese brillo, he visto morir por ese brillo.
Una y otra vez, las vidas son destruidas por algo más hermoso que ellas.

El bastón sobre el suelo, preludio del mañana, y el rostro inexpresivo del destino:
–Lo que será, será.

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